Washington, 6 feb (PL) El presidente Donald Trump empleó un tono conciliador durante su esperado discurso del Estado de la Unión, consciente de que urge eliminar las profundas divisiones políticas que hoy ensombrecen su mandato.
Apenas inició anoche la alocución ante las dos cámaras del Congreso, expresó su esperanza de poder «dirigir el gobierno no como dos partidos, sino como una sola nación». La demócrata Nancy Pelosi, su principal rival, lo aplaudió.
El gobernante republicano se dedicó a las alabanzas y elogios, alardeando en parte de una gestión que ha logrado un «boom económico sin precedentes» en apenas dos años de su llegada a la Casa Blanca.
Habló de las bajas cifras de desempleo en su administración; de una economía que según él es la envidia del mundo y hasta del medio siglo de la llegada a la luna, antes de referirse a las «ridículas» investigaciones partidistas y los migrantes, demonizados por él.
No era necesaria una bola de cristal para saber que poco después de elogios, presentaciones y tales presunciones, el tema que tocaría Trump en el discurso era el polémico muro.
En el pasado, «la mayoría de la gente en este salón (Congreso) votó en favor de un muro, pero nunca se construyó uno apropiado», acotó al insistir «yo lograré construirlo», cuando informó que envió al Capitolio una propuesta de «sentido común».
Hasta ahora los demócratas del Legislativo se oponen a aprobar cualquier partida de presupuesto que contenga los cinco mil 700 millones de dólares que pidió inicialmente Trump para la edificación de la obra, por la cual estaría dispuesto hasta declarar una emergencia nacional.
Es el momento para el Congreso de mostrar al mundo que Estados Unidos está comprometido en poner fin a la inmigración ilegal y eliminar a los despiadados coyotes, cárteles, traficantes de drogas y traficantes de personas, enfatizó el gobernante, quien constantemente culpa a los migrantes de los males sociales en su país.
Nuestras fronteras sin ley son una amenaza a nuestra seguridad y nuestro bienestar financiero, pero la migración legal es una oportunidad para fortalecer a nuestro país, acotó Trump.
También confirmó que enviará a unos tres mil 750 soldados adicionales a la frontera sur para que no nos tome desprevenidos una «tremenda arremetida» de caravanas de migrantes ilegales.
El presidente criticó asimismo, la investigación a punto de concluir por el fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta injerencia rusa en su campaña electoral de 2016.
Debemos rechazar la política de la venganza y abrazar el potencial ilimitado de cooperación, de acuerdos negociables y bien común, apostilló.
Para algunos críticos consultados por medios locales, fue «un discurso psicóticamente incoherente», mientras, la demócrata Stacey Abrams, quien respondió poco después a las palabras del gobernante, rechazó tantas alabanzas y advirtió que se avecinan despidos, porque las fábricas están cerrando.